viernes, 28 de septiembre de 2012

La cueva

Varios metros más abajo, rodeada de roca y fango, la cueva nos exhibía sus negras fauces. Me la imaginaba intimidante, retadora, pero al contemplar su entrada la realidad superó con creces mis conjeturas más atrevidas. Sólo una cuerda servía como garantía para evitar una caída sin control hacia la negra boca que amenazaba con engullirlo todo, en una especie de Caribdis terrestre, escondido en un recodo del paisaje cundinamarqués. Y ente esa visión, saltó el pensamiento de haber malgastado el tiempo de la caminata por no estar a la altura del reto.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Iberia sumergida

Pocos monarcas en el mundo despiertan tanta simpatía como Juan Carlos I de Borbón, Rey de España. Incluso yéndose de cacería y matando elefantes logra transmitir una imagen de abuelo campechano y bondadoso que nos lleva a sentir aprecio por él. Su figura contrasta con la de los miembros de la Casa de Windsor, adustos, tiesos como si hubiesen sido empalados, con sus caras angulosas y con expresiones que evocan dificultades digestivas. Tampoco se asemeja a los reyes escandinavos, joviales ellos pero dotados de tan finas maneras que cualquier aire campechano desaparece en su presencia. Y pues estéril sería comparar a don Juan Carlos con los autócratas de la península arábiga, que por sus maneras se asimilan más a los antepasados del rey ibérico que con este mismo.