miércoles, 16 de enero de 2013

Twitteróstratos

"Somehow or other I'll be famous, and if not famous, I'll be notorious."
Oscar Wilde

El Artemision de Éfeso no sólo era un lugar sagrado. Era una de las siete maravillas del mundo antiguo. Y un día, esta joya arquitéctonica, llamada así por estar dedicada al culto de la diosa Artemisa, fue consumida por las llamas. Cuando las autoridades efesias investigaron por las causas del incendio, detuvieron a un hombre que confesó ser el autor del crimen. Su nombre era Eróstrato. Cuando se le preguntó por los motivos para cometer su fechoría, Eróstrato confesó que lo había hecho para ganar notoriedad. Las autoridades decidieron no darle su instante de fama al detenido y borraron su nombre de cuanto registro oficial hubiese. Sin embargo, la historia se filtró y por eso sabemos de este pirómano griego más de dos mil años después de su época. En "honor" a él, los psicólogos bautizaron como "complejo de Eróstrato" al deseo desesperado de figurar y ser el centro de atención. Dolencia de la que, al parecer, se sufre mucho en estos tiempos.