lunes, 3 de marzo de 2014

Mi voto a Cámara

Estamos a menos de una semana de las elecciones legislativas en Colombia, y ya los candidatos no pueden hacer proselitismo en la vía pública. El problema que veo es que mucha gente aún no se ha decidido por cuál candidato votar. He oído a varios decir que "no hay por quién", lo que me sorprende y me lleva a creer que no se han tomado el tiempo de investigar un poco en lugares como La Silla Vacía o Congreso Visible para conocer sobre el desempeño y/o las posturas de los candidatos en diferentes temas. Yo me he dado a esa tarea y, después de echar mucha cabeza, he decidido darle mi voto a Cámara por Bogotá a Daniel Raisbeck. Me gustaría explicar las razones para esta decisión y así ayudarle un poco a aquéllos que aún se encuentran dudando.



Un punto muy fuerte a favor de Raisbeck, desde mi punto de vista, es que sus posiciones están fundamentadas en la libertad. ¿Y qué es la libertad? En palabras del propio Raisbeck: "La libertad podemos entenderla, esencialmente, como la ausencia de obstáculos, barreras o constreñimientos para decidir y actuar.". Y de esta definición se derivan varias dimensiones: libertad política, en el sentido de poder elegir y ser elegido, poder manifestar sin censura ideas de distintas vertientes políticas, y tener una rendición de cuentas y una representación transparente; libertad económica, en el sentido de crear y construir empresa sin trabas y sin cargas tributarias agobiantes, y tener mercados donde florezca la libre competencia (aunque sin obviar una dosis sana de regulación); y, por último aunque no menos importante (todo lo contrario), libertad individual, en el sentido de tener la posibilidad de desarrollar la personalidad sin censura y de poder decidir de manera autónoma en materias tan delicadas y tan inherentes al individuo como el aborto, el consumo de drogas y la conformación de relaciones de pareja. Una sociedad en la que se asfixia la pluralidad en cualquiera de los sentidos anteriormente expuestos difícilmente logra desarrollarse y progresar, lo cual me lleva a apoyar a quien asuma la defensa del respeto hacia la libertad.

Por otra parte, Raisbeck no proviene de lo profundo de la clase política tradicional y por ende se puede garantizar que no está "untado" de los vicios asociados a ésta. Su origen es la academia. Su formación de pregrado y maestría es en clásicos (latín y griego) y en este momento se encuentra a punto de defender su tesis de doctorado en historia de la Freie Universität de Berlín. Ya dirán ustedes que un perfil tan académico produce un alejamiento de las realidades políticas del país. Es posible, pero creo que al mismo tiempo esto ha permitido que Raisbeck no se limite a basar en lugares comunes "hay que firmar la paz", "el Procurador es el diablo" o "los bancos son malos", sino que ha podido formar sus principios y fundamentos sin ser llevado por los vaivenes políticos. Esto también permite, además, hacer aproximaciones a los temas distintos a los del "político profesional". De hecho, Raisbeck propone que el político profesional, ese que dura 40 años metido en el Congreso, deje de existir, para dar lugar a personas que se han desempeñado con éxito en otras actividades y que sean verdaderos representantes de sus colectivos de origen. Si bien es cierto que esto obligaría a realizar formación en asuntos legislativos con mucha mayor frecuencia, también eliminaría todo un grupo dedicado a nada distinto de vivir del Estado, lo que generalmente conlleva a cargas burocráticas incómodas para cualquier nación y hace que algunos aspiren a entrar al Legislativo sólo para acumular grandes capitales.

He oído con frecuencia decir que una prevención para votar por Raisbeck es el partido por el cual aspira a Cámara, el Partido Conservador, al considerarlo asociado, por una parte, a viejas prácticas politiqueras, y por otra, a posturas reaccionarias. En el primer caso cabe insistir en que Raisbeck es ajeno a esas prácticas y que justamente hay que apoyar a gente como él para sanear y fortalecer un partido en declive como el conservatismo. Nuestra democracia sólo puede sobrevivir a la dicotomía caudillismo-clientelismo con partidos serios y fuertes. En cuanto a lo segundo, también es importante lograr que los azules empiecen a virar de una defensa obtusa del status quo a posturas basadas en el liberalismo clásico, al estilo de lo que está pretendiendo el conservatismo británico. Podría pasar perfectamente que, si gente como Raisbeck y Juan Mario Laserna llegan a formar parte del núcleo del partido, los godos pasaran de ser los defensores de ciertas élites y de los prejuicios a representantes de las minorías, los trabajadores y los empresarios cansados de un Estado paquidérmico que usa sus impuestos para subsidiar a todo el que hace pataleta.

Los invito, pues, a estudiar el perfil y los principios de Daniel Raisbeck. Espero que valoren el hecho de que es un candidato joven, honesto, trabajador, inteligente, culto y con ideas claras. Yo no comparto las ideas libertarias al 100% pero, como les he expuesto, sí comulgo con un buen número de ellas y creo que Raisbeck las representa cabal e íntegramente. Si ustedes coinciden conmigo, sería muy bueno que me ayudaran a darle una oportunidad a alguien que representa renovación con seriedad en nuestro entorno político.


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